Por estos días un enorme escándalo ha sacudido los cimientos de una de las marcas más tradicionales del mercado alemán. Se trata de Volkswagen, la empresa fabricante de automóviles, que ha perdido millones luego de que se descubriera que tenía instalado un software que alteraba las mediciones de emisiones de gases en sus vehículos.

El descubrimiento se hizo por casualidad en Estados Unidos luego de que un ambientalista, con el apoyo de la Universidad de West Virginia, pusiera medidores en automóviles de esta marca y de la competencia para probar que los controles y las emisiones de gases están más reguladas en Europa que en Estados Unidos. Los resultados fueron impactantes, pues las emisiones de óxido de nitrógeno eran al menos 35 veces mayores a lo permitido.

Este escándalo provocó la salida del CEO de Volkswagen, Martin Winketorn. El nuevo jefe del grupo y ex-presidente de Porsche, Matthias Müller,  cree que la clave de la recuperación de la compañía está en un fuerte trabajo para recuperar la confianza del público.

Es una dura época para Volkswagen y para la industria alemana que ha perdido la confianza en uno de sus mayores símbolos.

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