En un mundo donde la gente es más consciente de los problemas medioambientales (contaminación, calentamiento global), económicos (crisis, pobreza) y sociales (desigualdad, violencia), las empresas le dan cada vez mayor importancia a la responsabilidad social corporativa (RSC) y la sostenibilidad.
Dentro de la RSC, hay un tema que viene generando preocupación por sus impactos negativos: la transformación digital. Vivimos un tiempo de nuevas revoluciones tecnológicas, y en ese contexto la transformación digital es el norte al que deben apuntar todas las grandes empresas que desean mantenerse vigentes en el mercado.
Hablamos de una estrategia que no se limita a abrir una página web o a estar presente en las redes sociales, sino que exige nuevos procesos y formas de comunicación mediante la tecnología y diversos aplicativos.
Impactos negativos de la transformación digital
Lamentablemente, a pesar de que la transformación digital abre una serie de oportunidades, también trae consigo retos que conviene gestionar de forma responsable. Entre los impactos negativos que la digitalización trae, la mayoría se relacionan con el alto consumo de energía, como por ejemplo:
_ Un móvil consume casi la misma cantidad que una nevera.
_ Los e-book, aunque reducen la tala de árboles, consumen mucha energía, casi como un móvil.
_ Los Datacenters son la mayor fuente de consumo en esta era digital, en donde menos el 50% de la electricidad consumida es para refrigerarlos.
¿Qué es la responsabilidad social digital?
La responsabilidad social empresarial es, según palabras de María Schwald, “una forma de gestionar los negocios que implica la incorporación voluntaria, y con visión de largo plazo, de las expectativas económicas, sociales y medioambientales de los diversos stakeholders en las decisiones empresariales”; a ello, se agrega que “estas decisiones deben guiarse por principios éticos y valores que buscan contribuir a la mejora del bienestar de la sociedad en general”.
Teniendo en claro lo anteriormente explicado, entendemos por responsabilidad social digital a la gestión corporativa de los impactos de la transformación digital, con el fin de perseguir la sostenibilidad en dicha área. Por supuesto, estamos ante un reto que se puede convertir en un verdadero dolor de cabeza. Sucede que la transformación digital es un requisito del mercado actual que implica constantes cambios (muy complejos de llevar). Si adaptarse a ellos representa un terrible desgaste emocional para los empresarios ¿qué esperar si, además de ello, se les dice que tienen que considerar los impactos y la responsabilidad social en torno a los mismos?
Algo que debemos tener en cuenta es que todo evoluciona. La transformación digital ya no es una opción o un camino a parte, es una exigencia del mercado para todas las organizaciones. Reconociendo eso, llegará el momento en donde esa realidad será parte de la vida cotidiana empresarial y, por ende, la responsabilidad social digital también.
Fuente: VisionXYZ.com
@IsabelVelosa y @ManuelAndresKornprobst , los invitamos a leer esta noticia, la cual será de su interés !!
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