Panamá pretende pasar al ataque para defender su imagen, golpeada por la publicación de documentos que revelaron cómo una firma de abogados en el país creó empresas offshore en paraísos fiscales para personalidades de todo el mundo.
Autoridades panameñas cuestionaron el anuncio de Francia de incluir al país en una lista gris de paraísos fiscales, y fustigaron al secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), Angel Gurría, quien calificó a Panamá como “el último gran reducto” para ocultar fortunas offshore.
“En Panamá existe una ley que establece medidas de retorsión contra países que incluyan a Panamá en listas grises” de blanqueo de capitales, dijo en conferencia de prensa el ministro de la Presidencia, Álvaro Alemán.
Esas medidas impedirían al país afectado invertir o aspirar a jugosos contratos en Panamá, un país con una economía dolarizada en plena expansión, con uno de los mayores crecimientos económicos (5,8%) de la región y un canal interoceánico por el que pasa 5% del comercio marítimo mundial.
Alemán respondió así ante el anuncio hecho este martes por el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, quien declaró que Francia va a reinscribir a Panamá en la lista de Estados y Territorios No Cooperativos (Etnc) en materia fiscal.
“Francia ha decidido reinscribir a Panamá en la lista de los países no cooperativos, con todas las consecuencias que esto tendrá para aquéllos que tienen transacciones” con ese país, dijo Sapin ante la Asamblea Nacional (cámara baja).
El sistema financiero de Panamá está en el ojo de la tormenta desde que el domingo se divulgaran los “Panama Papers”, documentos de la firma Mossack Fonseca que creó empresas offshore en paraísos fiscales para políticos, empresarios, deportistas y artistas.
Imagen golpeada
“La principal afectación de todo esto es a la marca país, sin lugar a dudas”, dijo Felipe Chapman, socio director de la firma de asesoría económica Indesa.
Según Chapman, “va a tocar ser mucho más activo para divulgar al resto del mundo lo que se está haciendo porque en ninguno de esos artículos se mencionan los avances en transparencia, la mayor regulación de estas actividades y la cooperación que Panamá ofrece” contra el blanqueo de capitales, añadió el analista.
En medio del escándalo, el jefe de política tributaria de la Ocde, Pascal Saint-Amans, dijo que Panamá se ha convertido en el lugar “más opaco de la Tierra”.
Alemán calificó las declaraciones de la Ocde de “irrespetuosas e irresponsables”.
“Llama mucho la atención que se mencionan sociedades de 21 jurisdicciones distintas y sin embargo estos dos funcionarios (Sapin Y Gurría) salen a declarar en contra de Panamá. Pareciera ser que Panamá quiere ser usado como un chivo expiatorio», declaró Alemán.
Los “Panama Papers” dejaron este martes su primera víctima: el primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson, que dimitió por las revelaciones de que su esposa había colocado millones de dólares en un paraíso fiscal.
Panamá hizo creer que estaba “en capacidad de respetar los grandes principios internacionales. Pudo así lograr no estar más inscrito en la lista negra de paraísos fiscales”, dijo Sapin.
“Panamá debe rechazar categóricamente cualquier inclusión de Panamá en una lista y tomaremos medidas si eso sucede”, manifestó el vicecanciller Luis Miguel Hincapié.
Unidad nacional
El lunes, el Colegio Nacional de Abogados (CNA) y la Cámara de Comercio llamaron a cerrar filas con el sistema bancario panameño, que aporta un 7% del Producto Interno Bruto del país.
“Nosotros lo vemos como un ataque a todo nuestro sistema de servicios”, manifestó a la José Álvarez, presidente del CNA.
“Es inadmisible” que se haya puesto “en entredicho la reputación de nuestro país”, así que “apelamos a que este asunto una a todos los panameños en la defensa” nacional, dijo la Cámara.
Panamá puso en vigencia en enero una reforma legal para limitar el uso de acciones al portador de las sociedades panameñas y creó un ente público para prevenir el lavado en 16 actividades económicas.
Sin embargo, la falta de celeridad para levantar el secreto bancario y el intercambio automático de información ha provocado la sospecha de países europeos, Estados Unidos y la Ocde.
El gobierno panameño ha manifestado que accede al intercambio de información fiscal, pero con un modelo propio, bilateral y con garantías de confidencialidad para proteger su centro bancario.
“Rechazamos de plano que Panamá es un paraíso fiscal y que no coopera. Cada país es soberano de definir su política fiscal”, dijo el ministro de Economía, Dulcidio De La Guardia.
Fuente: Portafolio.co
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