Cuando, hace unos años, nos imaginábamos las empresas del futuro, pensábamos en grandes fábricas repletas de robots que sustituían a los humanos. Ahora, Mercedes-Benz ha decidido revertir esta tendencia para satisfacer las necesidades de los usuarios.
La firma alemana de automóviles se ha visto obligada a recurrir más a trabajadores que a robots en el proceso de cadena de montaje. El principal motivo reside en los cambios de comportamiento de los usuarios. Cada vez son más los compradores que demandan coches personalizados, algo que los robots son incapaces de gestionar hasta el momento.
“Los robots no pueden hacer frente al grado de individualización y las muchas variantes que tenemos hoy en día”, afirma el jefe de producción de Daimler, Markus Schaefer. Por este motivo, Mercedes-Benz opta por contratar a más personas, garantizando así una mayor empleabilidad.
La marca alemana intenta, de esta manera, satisfacer al consumidor más joven que demanda mayor flexibilidad en la compra de un coche. Los robots, programados para seguir una producción en serio, no pueden asumir tales peticiones.
La planta de Mercedes-Benz en Sindelfingen (Alemania) procesa diariamente 1.500 toneladas de acero y se producen más de 400.000 vehículos en serie al año. Sin embargo, la individualización está modificando los métodos de fabricación. “La variedad es demasiado grande para que sirvan las máquinas”, explica Schaefer. Por eso, mientras que los robots trabajan de manera fiable y repetida tareas concretas y definidas, no pueden, a diferencia de las personas, cambios constantes en el proceso de producción.
Fuente: Equiposytalento.com
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