La globalización y la internacionalización son fenómenos que han transformado la naturaleza de todas las organizaciones y su forma de operar . Vivimos en un mundo global e interconectado donde cualquier compañía, independientemente de su localización geográfica, participa en un mercado global .
La globalización también ha llevado consigo nuevos retos para las empresas, como la gestión de la diversidad . Las organizaciones necesitan contar con diversidad de perfiles a nivel cultural y demográfico para mantenerse competitivas a escala global. Pero para comenzar debemos hacernos la pregunta siguiente: ¿qué entendemos, hoy, por empresa global?
Según la Society for Intercultural Education Training and Research (Sietar), consideramos que una empresa es global cuando todas las personas que trabajan en ella tienen un mindset intercultural , es decir, una actitud global. Y esto implica ser capaz de pensar, razonar, actuar y evaluar cómo se haría en otras culturas. Por supuesto, conseguir este mindset intercultural exige la implementación de estrategias y políticas que fomenten y normalicen la diversidad cultural y demográfica en la empresa, si se quieren alcanzar metas de responsabilidad social y, en definitiva, lograr una ventaja competitiva en este mercado global.
¿Qué beneficios ofrece centrar nuestros esfuerzos en conseguir que la diversidad forme parte de la estrategia de la compañía?
La gestión de la diversidad cultural facilita la entrada a nuevos mercados y ofrece nuevas posibilidades de crecimiento para la empresa. Contar con personas de diferentes culturas y orígenes simplifica en gran medida el proceso de internacionalización y la capacidad de adaptación a la cultura de destino.
Al mismo tiempo, se genera un ambiente organizacional de confianza , donde ningún colaborador se siente discriminado por motivos ajenos a su desempeño. Este aumento del compromiso repercute en una reducción de la rotación y del absentismo, así como de los conflictos laborales relacionados con la discriminación. Además de reducir los costes que suponen estos factores , la correcta gestión de la diversidad también redunda en una mayor satisfacción y motivación de los colaboradores que se sienten integrantes de un mismo equipo.
Con las políticas de inclusión y gestión de la diversidad , las compañías se aseguran de no discriminar a ningún perfil en sus procesos de selección y contratación. De esta forma se abre el abanico de posibles candidatos y se incrementan las probabilidades de captar talento .
Estas políticas, a su vez, repercuten en la mejora de la imagen corporativa, porque se afianzan las prácticas de gestión de recursos humanos no racistas, sexistas o discriminatorias, mejorando el posicionamiento y reputación de marca.
Sin duda alguna, la diversidad de la fuerza de trabajo genera una posición de ventaja competitiva en cuanto a la creatividad y la innovación, porque la heterogeneidad facilita encontrar un rango mucho más amplio de soluciones innovadoras a los problemas con los que nos enfrentamos a diario.
Entonces, teniendo en cuenta la necesidad de una cultura que gestione la diversidad, y partiendo de la idea de que esta multiculturalidad genera beneficios, ¿qué principios de gestión deberíamos tener en cuenta? Desde Great Place to Work® proponemos tres:
1. Cultura de respeto a la diversidad
La base para que una organización pueda gestionar la diversidad correctamente es construir una cultura coherente con este objetivo. Conseguir una transformación cultural de nuestra organización es un proceso que requiere esfuerzo y tiempo por el reto que supone la gestión del cambio a gran escala. Para conseguirlo con éxito, debemos empezar con un fuerte liderazgo, compartiendo la visión de futuro con nuestros colaboradores. Además, es necesario implementar herramientas que nos permitan medir y controlar el proceso. No basta con incluir esta voluntad de integración y respeto a la diversidad en la definición de los valores de nuestra compañía, sino que ésta debe verse reflejada en todas nuestras prácticas y decisiones .
2. Decisiones basadas en criterios objetivos
Para evitar caer en posibles prácticas discriminatorias en la selección o la promoción de personal, es necesario que estas se basen en criterios objetivos y contrastables . Las compañías deben implementar procesos y herramientas en la selección y promoción de colaboradores para que todas las decisiones estén basadas en datos específicos relacionados con el desempeño y el ámbito profesional, nunca el personal.
No debemos olvidar que estas políticas no terminan en los procesos de selección y promoción, es necesario también desplegar herramientas que nos permitan medir de una forma objetiva la efectividad de las políticas y prácticas de nuestra compañía que permitan concienciar a todas las personas de la compañía y fomenten actitudes de respeto e inclusión.
3. Fomenta la integración de la diversidad
La integración y el desarrollo de los colaboradores son claves para lograr la unidad necesaria que deriva en mayor creatividad e innovación. Los equipos de trabajo deben reflejar la diversidad y la riqueza con que cuenta la compañía. Poder trabajar con personas que tienen diferentes visiones y experiencias permitirá a los colaboradores expandir sus horizontes y comprender la riqueza que esconde la diversidad. Además, la combinación de las diferentes fortalezas y talentos resultará en soluciones innovadoras y creativas fomentando el network de nuestra compañía.
En definitiva, el éxito en la aplicación de estos tres principios para lograr una verdadera cultura que gestione la diversidad implica fomentar una actitud de apertura que facilite apreciar nuevas perspectivas. La diversidad generacional y cultural es una realidad que está transformando la forma de trabajar y de gestionar las personas de cualquier organización. Las empresas deben integrar e incluir esta diversidad para contar con el talento y las competencias necesarios para enfrentarse al entorno globalizado actual . Solo de este modo, tal como apunta la estrategia española 2014-2020 de Responsabilidad Social Corporativa, podremos avanzar hacia una sociedad y una economía más competitivas, productivas, sostenibles e integradoras. ¿Empezamos?
Fuente: Greatplacetowork.com
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