El miércoles a las 5:30 p.m., las 1.320 sillas del Teatro Mayor del Julio Mario Santodomingo estaban copadas. Los asistentes, que pagaron más de 4 millones de pesos por la entrada, asistieron para escuchar los consejos de uno de los diez empresarios más importantes del mundo.
Sir Richard Branson no se hizo esperar. Con sombrero vueltiao, la nueva camiseta de la Selección Colombia y su ya acostumbrada sonrisa se tomó el escenario del World of Business Ideas 2016. El llamado ‘emprendedor rebelde’, quien horas antes se reunió en la Casa de Nariño con el presidente Juan Manuel Santos en su primera visita a Bogotá, expresó su admiración por el mandatario al calificarlo de “un hombre valiente” y aseguró que, de estar en su lugar, tomaría las mismas decisiones que el colombiano.
Branson se mostró de acuerdo con el proceso de paz y aplaudió que el país entienda que “no pueden pasar otros 50 años de guerra pensando que se va a ganar y pagando precios tan altos” El fundador del Grupo Virgin también dijo concordar con Santos sobre que hay que replantear la lucha contra las drogas. “No se puede criminalizar a los adictos, hay que invitarlos al cambio, ayudarlos para que salgan de esa situación y no incurran en el crimen”, sentenció.
El empresario destacó con admiración la iniciativa ‘verde’ del Gobierno que se proyectan para el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Las lecciones de un extravagante
Según Forbes, Branson tiene en su cuenta bancaria 5.400 millones de dólares, es la octava personalidad más adinerada de Reino Unido y la 286 en el mundo. En un año avanzó 44 posiciones. El emprendedor no heredó su fortuna. Y en 50 años que lleva amasando sus millones, tiene claro lo que se necesita para ser exitoso. (Lea también la historia del colombiano que le dijo ‘no’ al magnate)
Su premisa es que un empresario es quien hace diferente la vida de los demás. Su fin no se traduce en ganar dinero sino en resolver problemas.
De hecho, cualquiera diría que Branson se avergüenza de la plata que día a día se acumula en sus arcas a costa de sus fructíferos negocios: se sonroja cada vez que alguien habla de su abultado bolsillo y se apresura a descalificar la importancia que el mundo aún le da a lo que, para él, es solo una herramienta.
Eso sí, Sir Richard Branson no escatima en gastos cuando de darse gusto se trata. Vive en una isla y suele nadar en la que es vecina a la suya. Cuando está en casa, practica ‘kitesurfing’ y tenis al menos dos veces al día. Y es que, para él la diversión, el estilo y la pasión jamás pueden abandonar a un emprendedor.
Branson, acostumbrado a romper récords – fue el primero en cruzar en globo aerostático los océanos Atlántico y Pacífico- asegura que un buen emprendedor nunca acepta lo inaceptable y crea oportunidades a partir de riesgos, de sus propias frustraciones. (Esto es lo que se necesita para ser un emprendedor, según el magnate)
Él, quien se declara amante de los retos, cuenta que precisamente la aerolínea Virgin Atlantic Airways nació de un momento frustrante en su vida. Un buen día, American Airlines le reprogramó un viaje a las Islas Vírgenes británicas donde su novia lo esperaba impaciente y el magnate decidió no aceptarlo. Alquiló un avión e invitó a los pasajeros que se quedaron por fuera del vuelo como él, fue uno de ellos quien le sugirió fundar su propia compañía aérea.
Y es tras contar esta historia que Branson imparte otra lección: si un sector de la industria está estancado, ahí hay una oportunidad. No en vano es el único en el mundo que ha construido ocho compañías multimillonarias en ocho sectores diferentes.
“Cada negocio es una nueva aventura. Lo clave es pensar diferente a la competencia y amar lo que haces. Que no te dé miedo equivocarte, solo los verdaderos emprendedores fallan en sus intentos”, agrega.
El genio de los negocios no le teme a los fracasos. Intentó derrotar a Coca-Cola con Virgin Cola y no han sido pocos los ‘dolores de cabeza’ que se ha ganado por su negocio ferroviario Virgin Trains.
Branson asegura que la fórmula para superar los errores se encuentra en mentes positivas y en una amplia sonrisa que jamás puede abandonar al buen emprendedor. (Vea las cuatro reglas del empresario para manejar una crisis)
¿A qué le tiene miedo? A decirle ‘no’ a un proyecto y después arrepentirse.
Hoy Branson ambiciona ofrecer vuelos espaciales suborbitales tripulados con su empresa Virgin Galactic. Aunque planeaba lanzar el primer vuelo en 2009, aun está haciendo las pruebas de la nueva versión de la nave SpaceShip Two, con miras a arrancar los vuelos comerciales este año. El siguiente paso: ofrecer vuelos orbitales.
Lo que se necesita para trabajar con Sir Branson
“Una vez me disfracé de viejito, me puse máscara y utilicé un bastión, y me reuní con un grupo de aspirantes en Londres. A quienes no me ayudaron y me trataron con indiferencia, los mandé de regreso a casa. Me quedé con los que se solidarizaron conmigo”.
Así relata el empresario uno de los extremos a los que ha llegado para contratar a los mejores. Y es que, con timidez, confiesa saber que “no es difícil convencer a las personas para que trabajen conmigo”.
Cuando le preguntan qué busca en sus empleados, no duda en contestar “que amen a la gente”. “Me interesan las personas que sacan lo mejor de los demás, líderes que saben escuchar y, en vez de criticar, apoyan y motivan a quienes están a su cargo.
¿Y qué hace Sir Branson para que todos quieran ‘sudar la camiseta’ por él? Cuida la pasión de su gente y se empecina en mantener vivo su entusiasmo.
Los empleados del empresario tienen licencia de paternidad, no deben pedir permiso para ausentarse y pueden trabajar desde donde desean. Y, como si fuera poco, los afortunados son libres de pedir vacaciones remuneradas cuando deseen.
“A las personas no les gusta que las traten como niños chiquitos. Ellos quieren que los veas como los adultos que son”, sentencia.
Fuente: Eltiempo.com
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