Desde el referendo independista que se celebró en Cataluña el pasado primero noviembre, la comunidad y en general toda España ha atravesado semanas agitadas de gestiones por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien intenta a toda costa que en efecto se aplique el artículo 155 de separación de la comunidad catalana.

Desde el día siguiente a dicha votación, el Colegio de Registradores de España reportó que en total 2.441 empresas han trasladado su sede social desde Cataluña hasta otras comunidades españolas.

De acuerdo con la entidad, el grupo se divide en 2.177 que se ubicaban en Barcelona, 57 estaban en Gerona, otras 94 tenían sus sedes sociales en Lérida y las restantes 113 se ubicaban en Tarragona.

Según los mismos registros, esto equivale a una solicitud de cambio de sede social cada 16 minutos en promedio, cálculo para el cual el Colegio de Registradores descontó los días festivos y fines de semana.

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Según la entidad, el promedio de solicitudes ahora se encuentra por debajo de las 100, luego de registrar 268 salidas de empresas el pasado 19 de octubre, el día de mayor escape de empresas de Cataluña, seguido del nueve de octubre cuando se retiraron 212 y el 10 del mismo mes cuando 177 negocios cambiaron la ubicación de su sede social.

Sin embargo, el cambio de sede social por sí sola no tiene efectos sobre el recaudo de cada comunidad. El problema es que de las 2.441 empresas que han cambiado su sede, cerca de 1.000 también pidieron ante la Agencia Tributaria que se trasladara su sede fiscal, algo que sí tiene efecto sobre el recaudo.

Los cálculos de la misma agencia señalan que Cataluña representaba el 22,4% de la facturación total de España. Pero casi un mes después del referendo de independencia, dicho porcentaje se redujo en cerca de tres puntos porcentuales y ahora alcanza un 19,6% con corte al cierre de octubre.

De acuerdo con la entidad pública, además, la cuota de empresas ubicadas en Cataluña dentro del mercado financiero y de seguros se ha reducido en cuatro puntos básicos y la proporción en España de las catalanas en sectores como agua, energía y construcción llevan una dramática reducción de casi 20 puntos básicos.

Ante la situación el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, le pidió a las empresas que se mantengan en Cataluña ya que esta sigue siendo una comunidad española y, según sus planes, lo seguirá siendo por lo que el retiro de las empresas representa un impacto económico para todo el país.

Rajoy también invitó a los españoles a seguir consumiendo productos catalanes y les recordó que Cataluña también hizo su parte para ayudar al país a recuperarse de su más reciente crisis económica.