Uno de los índices que denota la evolución de un país es su educación. Si la educación es mejor las condiciones económicas, laborales y sociales mejoran en el territorio. Así pues, una forma de lograr la sostenibilidad social en un país es lograr que la comunidad esté mejor educada e informada para la toma de decisiones.

Colombia enfrenta ahora mismo un crisis en este sentido. Las tasas de analfabetismo siguen siendo considerablemente altas y la proporción de personas que puede gozar de una educación de calidad está reducido sólo a ciertos sectores de la sociedad.

Ahora bien, por estos días es un tema recurrente la efectividad de la educación de Finlandia. Este modelo educativo, que ha sido catalogado como el mejor del mundo, tiene una multitud de seguidores que aseguran que este modelo podría ser el futuro de la educación en el mundo.

Finlandia lleva 40 años en el planteamiento de una reforma educativa integral. Durante la década de los 70’s y los 80’s el país tenía estrictas regulaciones sobre el sistema educativo. El Gobierno decidía los planes curriculares y la forma en que se impartía el conocimiento en los centros educativos. No obstante, en los 90’s inició una nueva cultura educativa cimentada en la confianza, que daba libertad a los centros educativos para la definición de los contenidos anuales, la forma de evaluación y el manejo de los estudiantes.

Sin embargo el papel protagónico de esta transformación lo han tenido los profesores, que han desarrollado al máximo  sus conocimientos para ofrecer mejores contenidos en sus clases. De hecho, la docencia es una carrera altamente apreciada en el país escandinavo y para llegar a ser docente en en país con la mejor educación del mundo es preciso pasar una serie de rigurosos exámenes que prueban la idoneidad del candidato.

Esta reforma hizo que Finlandia se destacara en el 2000 por tener a los mejores jóvenes lectores del mundo. Tan sólo 3 años después sus resultados en matemáticas alcanzaron el mismo nivel. Por último en el 2006 Finlandia logró el primer lugar en Ciencias.

Con todo, nuestra educación tiene un par de cosas que aprender de Finlandia, que ha convertido a la educación en el motor económico del país. Bogotá ya ha iniciado un par de planes de modificación como la actualización periódica de los profesores y ciertas becas para estudios de post grado que se le otorgan a los docentes. No obstante, todavía falta mucho para siquiera pensar en igualar su nivel.

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