En los últimos tiempos, la inestabilidad política y social de ciertos países abre los telediarios de todas las cadenas. Los incidentes que ocurren en dichos países tienen consecuencias que van más allá de sus propias fronteras y que afectan a muchos ámbitos de la vida cotidiana de personas de todo el mundo. Sin ir más lejos, toda esta inestabilidad afecta gravemente a la logística y a la forma de realizar el transporte transfronterizo.
La inestabilidad de los países, un riesgo a tener en cuenta en la Supply Chain
La cadena de suministro empresarial se enfrenta a diversos riesgos que le afectan en uno u otro punto pero, sin lugar a dudas, si hay un riesgo que puede desestabilizar por completo la SC de principio a fin es la inestabilidad que se vive en los países.
Problemas religiosos, económicos y/o sociales se erigen como una hacha que puede cortar en cualquier momento la SC. Además, dichos problemas son los que menos control tienen por parte de los responsables de logística ya que, raramente pueden incidir en este punto al ser totalmente externos a la empresa.
Un claro ejemplo de esto es la cantidad de empresas que están decidiendo no incluir entre sus rutas de transporte los países que se encuentran afectados por dichos riesgos. Sin ir más lejos, Turquía ha sido uno de los últimos países afectados por las restricciones de transporte. Los últimos ataques terroristas que han afectado a la ciudad han hecho que, incluso empresas de cruceros, retiren de su oferta el destino turco. A esto, hay que sumarle el hecho de que muchas autoridades a nivel mundial han alertado del estado de la ciudad Turca, con lo que, sobre todo las navieras, han decidido eliminar de su hoja de ruta a Turquía, incluso para todo lo que resta de 2016.
Esta eliminación de rutas, tanto por parte de las navieras como de otros medios de transporte, trae consigo una serie de consecuencias tanto para el país de origen de los conflictos como para el resto:
- Se produce un corte de suministro con el país de origen. Con lo que sus habitantes no podrán recibir productos del exterior si las empresas transportistas se niegan a ir hasta su territorio. Esto hará que la demanda de productos del exterior caiga, con lo que el nivel de transportes y por ende, de facturación puede caer.
- Por su parte, todas las mercancías procedentes de dichos países corren riesgo de no llegar a buen puerto, o por lo menos, el riesgo de que éstas no sean recibidas en forma y plazo que se había previsto. Como consecuencia, si las materias primas se encuentran en mitad de la cadena de producción puede hacer un tapón que impida seguir avanzando con normalidad por la inexistencia de los productos necesitados. Si por el contrario, las mercancías y/ o productos se encuentran al final de la cadena de suministro la consecuencia inmediata es el no poder cumplir plazos de entrega con los clientes y/o proveedores, sumando a eso, la inseguridad de no saber a ciencia cierta cuándo se podrá restablecer el flujo de suministro normalizado.
Fuente: Retos-operaciones-logistica.eae.es
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