En un mundo que es cada vez más competitivo, puede llegar a ser mucho más complicado para las mujeres lograr destacarse en su profesión y, con ello, llegar a ocupar cargos importantes dentro de una organización. Hoy en día no sólo se trata de tener más títulos y estudios de posgrado o idiomas, sino también de lograr tener una experiencia y visión que estén alineados con los objetivos de una empresa.
No obstante, esto no es una clave que le asegure a una mujer llegar a ocupar un cargo alto dentro de su empresa, pues muchas veces características como su sensibilidad o los compromisos de su hogar pueden confundirse como defectos o debilidades que limitan, realmente, su crecimiento o proyección profesional.
Estos son sólo algunos de los factores o excusas comunes que han llevado a cifras no tan favorables para el género femenino, en materia laboral. Por ejemplo, el desempleo femenino corresponde al 58,3% de la tasa nacional, en comparación con el 41,7% masculino. Además, la brecha salarial alcanza el 21%, en contraste con la participación en los procesos de formación que evidencian mayor participación de la mujer.
Además, en el país el 3,4% de las mujeres cuentan con estudios de posgrado, frente al 2,5% de los hombres; el 8,6% de las mujeres tienen formación universitaria, en contraste con el 5,9% de los hombres; el 12% de las mujeres cursan estudios técnicos, en comparación con el 7,2% de los hombres; y el 31,6% del género femenino cuenta con grado de formación bachiller, a diferencia del 28,7% del masculino.
Para el profesor Iván Daniel Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, como consecuencia de la asignación cultural de los roles de cuidado del hogar y de otras personas, las mujeres ven reducida ostensiblemente su participación en el sistema de relaciones laborales. “Tener personas a cargo reduce la oferta laboral femenina en 17,5% y la masculina solo en 2,5%”, afirmó.
La clave: destáquese
Con todo este panorama, la cuestión para llegar a triunfar en un ambiente laboral no se basa en tener una actitud feminista rígida y ortodoxa en la que critique a aquellos que no le dan su lugar correspondiente como fuera deseable.
Ahora, hay que tener en cuenta que las percepciones de las generaciones pueden variar dependiendo de los hábitos y la cultura en general, pero esto es también una herramienta de la cual las mujeres pueden valerse:
“Se trata de la integración de la familia y del trabajo. Determina cómo debe ser esta integración familia-trabajo para ti como individuo, de manera que hagas lo necesario para lograrla, tanto profesional como personalmente. Nuestros dispositivos personales se han convertido en dispositivos de trabajo y, francamente, pueden hacerse más cosas de una mejor manera. Puedes decidir venir a las nueve, salir temprano, no hay problema. Luego trabajar dos horas por la noche, después de que los niños se han ido a la cama. Trabajar desde casa. ¡Genial!.” Jonas Prising, CEO de ManpowerGroup.
Así, según los expertos de Quint Careers, sugieren desarrollar los siguientes consejos en su vida laboral, con el fin de destacarse:
- Fórmese y aprenda lo más que pueda: Esta siempre será el arma más poderosa que cualquier persona puede usar con el fin de prepararse para un ambiente laboral competitivo. Esto implica no sólo “acumular” una cantidad de títulos específicos, sino también de reconocer la importancia de adquirir destrezas en herramientas para hacer los procesos en una empresa.
En esto, muchos hombres no suelen tener una característica: la persistencia y paciencia, lo que le permite a ellas seguir en su crecimiento profesional, a pesar de los horarios o la familia. Entonces, el conocimiento se vuelve una herramienta de poder.
- Internet lo es todo: De acuerdo con una encuesta de Nielsen, la mayoría de mujeres comprenden más términos y usan más internet que los hombres, siendo más eficientes en sus búsquedas. Esto hace que sepan aprovechar mejor la cantidad de información que encuentran y usar la que realmente necesitan para ponerla a su favor. Contar con ese dominio de internet y mantenerse a la vanguardia, siempre será una herramienta clave para triunfar.
- En lo personal: hay grandes diferencias en la forma en las que un hombre y una mujer se comunican y se relacionan. La capacidad de construir relaciones y colaborar, son características básicas que pueden darse mejor en el género femenino. Esto no sólo es positivo en el relacionamiento de los clientes, sino entre los compañeros de trabajo mismos.
- Planifique su carrera: mentalícese y visualícese a dónde quiere llegar. En esto, los hombres pueden llegar a ser un poco más firmes en sus proyectos de vida, por lo que es muy importante trabajar en este aspecto. Además, hay que tener en cuenta que una mujer puede llegar a tener una vida laboral un poco más inestable (teniendo en cuenta las cifras que ya vimos, así como por su decisión de ser madres), lo que hace que tengan que ser más consistentes en su trabajo y su carrera.
- Promociónese: Esto se trata en desarrollar una autoconfianza que le permita asegurarse de lo grande que puede llegar a ser en su vida profesional. Tenga certeza de quién es y qué tiene en sus manos, así como hasta dónde puede llegar. Esto puede no resultar fácil, porque muchas mujeres se pueden sentir incómodas porque a veces sienten que deben poner las necesidades de los demás por encima de las suyas.
Pero es importante ser consciente de dónde se quiere llegar y saberse “vender”, valorando sus cualidades y conocimientos, exigiendo el salario que les corresponde y no sintiéndose menos que los demás en ambientes de reunión.
Fuente: Finanzaspersonales.com.co
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