Muchos vemos a África como una lejana y pobre realidad. No es nuestra culpa, nos enseñaron que África era un confín del mundo en que el caos, el desorden y la miseria reinaban. Es más, aprendimos a ver este continente conformado por 54 países como una unidad y a llamar africano a cualquiera que tuviera piel negra y clamara ser afro. Así de fácil hicimos de un continente entero el recipiente de la lastima y la avaricia del mundo, que por un lado se lamentaba del hambre y la falta de recursos y por el otro se beneficiaba de sus joyas y riquezas minerales.
Por otro lado, crecimos viendo estrellas de televisión que se declaraban fieles adeptos de múltiples causas, asistían a galas, cargaban uno o dos bebés y repartían besos, pero de ahí no pasaban. Las causas sociales se convirtieron en una suerte de moda en la que las personas entraban y salían según necesidad.
Bien, un cantante y empresario afroamericano, Akon, ha decidido comprometerse con la causa de África, para crear un continente fuertey vanguardista que supla las necesidades mínimas de sus habitantes. Probablemente no has escuchado sobre esto, pero él acaba de iniciar una cruzada para asegurar energía a más de 600 millones de personas en ese continente.
A continuación compartimos contigo el artículo de Chema Caballero, publicado en los blogs del diario El País, en que se amplía la información sobre este tema.
El rapero, compositor, actor, productor y hombre de negocios Akon, nació en los Estados Unidos (San Luis, Misuri) pero se crió en el país de origen de sus padres, Senegal. Ahora, Aliune Badara Thiam, que es su verdadero nombre, se ha propuesto “iluminar el futuro de África y llevar esperanza a millones de africanos”. Al menos este es el nuevo lema que proclama el artista que quiere solucionar un problema que afecta al menos a 600 millones de africanos: la falta de energía eléctrica.
Estamos acostumbrados a ver a los famosos apoyando con su presencia y fotos causas solidarias, denunciando violaciones de derechos humanos o injusticias o convertirse en embajadores extraordinarios y de buena voluntad de todo tipo de campañas y organizaciones, pero Akon ha dado un paso más y ha lanzado un proyecto monumental llamado Akon Iluminando África (ALA, por sus siglas en inglés).
En febrero de 2014, con el lanzamiento del proyecto ALA, el artista de origen senegalés ha dado un paso más y se ha implicado en el esfuerzo de abastecer a todos los hogares africanos con electricidad para el año 2020.
Dice Akon que el llamado a una mayor generación de energía para satisfacer las crecientes y enormes necesidades en África no es nuevo. Pero hasta ahora, las discusiones a menudo se centran alrededor de los grandes proyectos –nuevas plantas de energía o presas- y nunca queda claro quién se va a beneficiar de ellos y si la red de distribución es parte del mismo.
Por eso, ALA plantea un enfoque diferente. Su proyecto está diseñado para promover el crecimiento inclusivo y sostenible y se centra en proporcionar energía solar a través de micro redes a las comunidades rurales, que a menudo están lejos de las redes existentes.
La iniciativa también huye del modelo de negocio habitual en este campo: instalaciones subsidiadas por el gobierno u organismos internacionales y gestionadas por entidades comerciales. Luego los ciudadanos pagan el costo de la inversión a través de las tarifas eléctricas. En muchas partes de África, no se paga la energía consumida mensualmente sino que los contadores se recargan de manera similar a como se hace con los teléfonos móviles.
En asociación con fabricantes de paneles solares y otros, ALA se ha asegurado una línea de crédito de aproximadamente mil millones de dólares que le permite financiar sus proyectos a largo plazo.
ALA también está trabajando para reducir los costes de la energía a través de negociaciones con los proveedores y la investigación en unión con la Universidad de Columbia, entre otras asociaciones que está llevando a cabo.
Durante su primer año de funcionamiento, el proyecto ha facilitado la instalación de luces, paneles solares y otros equipos para proporcionar electricidad en un total de 480 ciudades y pueblos en 14 países de África. ALA también presume de que al mismo tiempo que proporciona electricidad está creando muchos puestos de trabajo en el continente.
Como parte central del proyecto, ALA ha abierto una academia de energía solar en Bamako, Mali, con el objetivo de formar personal que pueda producir este tipo de energía, ya que como Akon ha dicho. “tenemos el sol, tenemos tecnologías innovadoras para la electrificación doméstica y colectiva; lo que nos falta construir ahora es la experiencia africana. Esta es la misión que se nos ha encomendado. Hacemos más inversión en energía limpia, invertimos en capital humano. Podemos acelerar la transformación de nuestro continente facilitando la formación de ingenieros, técnicos y empresarios africanos cualificados”.
A pesar de todo esto, la iniciativa de Akon está muy lejos de cumplir sus objetivos: en África solo un 30 % de la población tiene acceso a recursos energéticos, frente al 80 % del resto del mundo. Más de 1,3 mil millones de africanos no tienen acceso a la electricidad.
Ahora, ALA trabaja para extender su programa a nuevos países.
Este proyecto encaja perfectamente dentro del Foro de la Energía Sostenible para Todos (SE4A), una iniciativa de Naciones Unidas para garantizar el acceso a la electricidad de todos los ciudadanos del mundo y a la que Akon se ha sumado.
Fuente: Blogs El País
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