Después de una inversión de US$30 millones, 10 de los cuales fueron para el terreno, hace un año entró en funcionamiento la primera planta de procesamiento de vegetales y tubérculos de Dole en Colombia. El centro de producción cuenta con la maquinaria y el proceso más avanzado de todas las plantas de esta marca a nivel mundial y con ella espera entrar en el mercado de alimentos agrícolas de alta calidad e inocuos, con precios para la mayoría de la población.
Dole es la empresa productora y comercializadora de fruta, vegetales y flores frescas de alta calidad más grande a nivel mundial. Tiene presencia en 90 países y ahora también está en Colombia. La planta, ubicada en Madrid (Cundinamarca), cuenta con 8,5 hectáreas construidas y 150 hectáreas de terreno fértil para cultivos, donde se procesan vegetales y tubérculos de cuarta gama, los cuales son mayormente adquiridos de la Sabana de Bogotá.
El Espectador conoció sus proyecciones. Dole explicó que espera cerrar el año facturando $5.000 millones. Además tiene en su portafolio más de 55 productos, con volumen de procesamiento de 40 toneladas mensuales. Sin embargo, aclaró que todavía no alcanza el 100 % de su capacidad de producción, pues puede procesar hasta 50 toneladas diarias, a lo cual espera llegar en cinco años y de esta manera tener ventas por más de $60.000 millones. Asimismo, la marca indicó que ya se encuentra en las principales cadenas de supermercados: Carulla, Jumbo, Éxito, Olímpica, Surtifruver, Ara, Macro y D1. También tiene una unidad de negocio destinada para servir como proveedor de Subway y KFC.
Dole llegó a Colombia por medio de una licencia en la cual también se comparten los conocimientos técnicos y tecnológicos de la marca a nivel mundial. Por esto, los directivos de la empresa consideran que no existe una planta de procesamiento de vegetales y tubérculos más innovadora en el país. Los procesos de producción que utilizan, de tina y burbujeo, le permiten alcanzar un nivel de desinfección de hasta el 98 %.
Asimismo trabajan de la mano con los campesinos de Cundinamarca para certificar la inocuidad en toda la cadena de producción: desde el cultivo hasta el producto final. Para convertirse en proveedor de Dole Colombia, el agricultor debe cumplir ciertos parámetros establecidos. Por ejemplo, en sus procesos debe usar aguas limpias, sin excepción, ya sean extraídas de pozos profundos, nacederos o corrientes naturales.
Respecto a los insecticidas, los agricultores reciben una orientación sobre el período de carencia, es decir, el tiempo en que se debe aplicar el producto y el proceso por el cual la planta lo absorbe, procesa y desecha. De esta manera, la empresa implementa programas pedagógicos con los agricultores para promover las buenas prácticas de cultivo y, en alguno casos, incluso apoya a nivel financiero. Debido a esto, la planta genera 96 empleos directos y 250 indirectos.
Gran parte de la motivación para alcanzar ese nivel de desinfección radica en que la contaminación en los cultivos de hortalizas constituye uno de los principales riesgos para la salud humana en cuanto a la ingesta de alimentos, según la Organización Mundial de la Salud. La entidad advierte que la falta de inocuidad de estos cultivos aumenta los riesgos de adquirir la bacteria Helicobacter pylori, especialmente mortal en niños, lo cual puede ser un problema en Colombia, pues las normas fitosanitarias todavía no son el común denominador entre los campesinos locales.
Rafael Mejía, presidente saliente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), explicó que “aunque los márgenes de aplicación de buenas prácticas fitosanitarias es mínimo en los cultivos del país, el indicador de inocuidad ha venido mejorando, ya que se está exportando más, especialmente a Europa. Debido a esto, los productos deben sujetarse a controles más estrictos. Y para los artículos agrícolas que se comercializan a nivel nacional, también se ha venido trabajando para mejorar los niveles de salubridad, pero todavía queda mucho por hacer”.
Ante esta necesidad de productos limpios, Dole espera enfocarse en el mercado de vegetales y tubérculos de calidad y con una alta inocuidad (98 %). Además está incursionando en el nicho de comidas preparadas y saludables, como vegetales jóvenes, kits de ensaladas y sánduches, entre otros.
Fuente: Elespectador.com
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