La brecha entre los altos cargos y los mandos intermedios, o entre este colectivo y el resto de trabajadores, es a veces un obstáculo insalvable que contamina la relación laboral. El acercamiento suele venir garantizado por la confianza hacia quien ostenta una posición de liderazgo, confianza que éstos deben saber cultivar y mantener mediante una actitud transparente. Desde convicción hasta honestidad, pasando por una notable empatía, los líderes deben demostrar muchas más cualidades que las estrictamente profesionales para consolidar su posición.
Fuente: http://bit.ly/1irHN9m