Imagina dos personas mirando una misma pantalla. El monitor es el mismo, pero cada una de ellas ve un mensaje diferente. No llevan gafas, ni casco de realidad virtual, ni usan una aplicación, ¿cómo es posible?
No, no es una fantasía futurista.
La respuesta está en una novedad tecnológica que promete que ciertas experiencias sean mucho más personalizadas: la realidad paralela.
Los usos potenciales de esta tecnología —desde eventos multitudinarios hasta publicidad exterior— son muchos.
Los primeros ciudadanos en experimentarlo serán los viajeros que visiten el Aeropuerto Metropolitano de Detroit. La aerolínea estadounidense Delta Airlines la probará a mediados de 2020, según explicaron representantes de la aerolínea en CES 2020, la feria tecnológica más grande del mundo, que se celebró en Las Vegas.
El sistema permitirá mostrar a casi 100 clientes a la vez información única sobre los vuelos, una vez que hayan escaneado sus tarjetas de embarque. Estará disponible en inglés, español, japonés, coreano y otros idiomas.
La compañía se ha asociado con la startup Misapplied Sciences, especializada en este tipo de tecnología.
«Las pantallas de realidad paralela son una nueva tecnología con la que muchas personas, estando hombro con hombro, mirando la misma pantalla al mismo tiempo, pueden ver cosas diferentes, sin necesidad de usar gafas», señala la empresa en su perfil de LinkedIn.
De esta manera, «lugares públicos como aeropuertos, estadios, centros comerciales y centros turísticos se pueden personalizar para cada persona de manera simultánea«, agrega la tecnológica.
De hecho, puede usarse con miles de personas a la vez para que lean mensajes en otros idiomas o para que reciban una información distinta.
La empresa, radicada en Redmond, Washington, cree que es una «innovación increíble» y asegura que puede aplicarse no solo en pantallas, sino también en letreros y luces.
«Suena a ciencia ficción, pero ya existe», señala en su sitio web.
En realidad, la historia comenzó dentro de otra empresa más grande: Microsoft.
En enero de 2014, cuando durante un hackatón (un encuentro de programadores) de la compañía, un investigador llamado Paul Dietz tuvo la idea de sincronizar a multitud de personas en un estadio a través de una aplicación móvil.
La idea era «usar a las personas como píxeles» convirtiendo a toda la audiencia en una suerte de pantalla animada, le contó a la revista estadounidense Fast Company.
Él asegura que funcionó, pero los participantes se quejaron de que estaban tan ocupados mirando sus smartphones que no pudieron disfrutar del efecto.
Así que pensó en una mejor manera de desarrollar este producto y descubrió que podía crear imágenes distintas en las pantallas en función de la posición de cada persona.
Ese mismo año, fundó la empresa junto a Albert Ng, quien también trabajaba para Microsoft y estudiaba ciencias computacionales. Dietz sería el presidente, aunque el año pasado dejó la empresa.
Mientras tanto, Delta buscaba startups para seguir con sus innovaciones tecnológicas, que inició sobre todo con el uso de sistemas biométricos.
¿Pero cómo funciona esta tecnología?
La explicación de usar personas como píxeles puede resultar extraña, pero en realidad es más sencilla de lo que parece.
El principio básico es que proyectar colores diferentes hacia distintas direcciones permite reflejar mensajes diferenciados. Lo más importante es controlar hacia dónde va cada haz de luz.
Así, un solo píxel puede emitir luz verde hacia ti, y luz roja hacia la persona que tienes al lado, explican sus creadores.
«Consiste en mostrar píxeles que son capaces de lanzar simultáneamente rayos de luz de diferentes colores en muchas direcciones a la vez«, explicó Dave Thompson, empleado de Delta Airlines, en CES 2020.
En una pantalla convencional, todos vemos lo mismo; en una pantalla de realidad paralela, los haces y brillos de los píxeles permiten transmitir mensajes distintos.
Misapplied Sciences ha diseñado pantallas que pueden configurarse de manera específica según cada mensaje.
No conocemos su precio, aunque no cabe duda de que será una tecnología costosa.
En el caso de la aerolínea, el sistema funcionaría gracias a un software de inteligencia artificial y cámaras que son capaces de reconocer hasta 100 individuos.
No usa reconocimiento facial, pero despierta algunas sospechas entre los analistas que tienen que ver con la privacidad.
Y es que el software seguirá tus movimientos por el aeropuerto y comunicando tu ubicación en tiempo real.
El director general de Delta dijo que la empresa usará esta innovación solamente de manera interna para «mejorar la experiencia de sus clientes».
Una frase que ya estamos acostumbrados a escuchar y que se repite cada vez que una innovación tecnológica amenaza con que nuestros datos estén cada vez más expuestos.
Fuente: BBC.com
@GerardoGrajales y @PedroGasca, los invitamos a leer esta noticia, la cual será de su interés !!
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