El Design Management es una herramienta de gestión en la organización de una empresa que resulta útil en negocios de cualquier sector. Dicha herramienta trata de generar innovación a partir de los elementos ya existentes en la cultura de la organización, abriendo el abanico de productos y servicios a nuevos horizontes.

En el mercado actual es fundamental entender la innovación como parte integral de un negocio, independientemente de su tamaño, para reinventar continuamente la cadena de valor, de manera que logremos permanecer no solo en el top of mind de los consumidores, sino fidelizarlos. Es en este momento donde el diseño ocupa una parte imprescindible como trampolín para la innovación.

Una gran cantidad de casos de éxito evidencian la capacidad del diseño para generar, no solamente productos, sino nuevas estrategias y líneas de negocio, anticipando y generando soluciones para mejorar las actividades de las empresas y su relación con el entorno. El proceso de diseño, como cualquier herramienta de gestión, se elabora a partir de ciertas fases: investigación, generación de ideas, creación, prototipación y validación de las propuestas con la experimentación en el entorno social de los usuarios.

Además, uno de los retos a los que se deberán enfrentar los futuros diseñadores, será la capacidad de adaptarse y afrontar el cambio, no solo formarse, sino transformar y crear valor para el futuro cercano de la sociedad. El diseño utiliza el pensamiento creativo para realizar un proyecto, por esta razón, los diseñadores pueden ser agentes de cambio tanto en empresas como en instituciones.

En un nivel más profundo, la gestión del diseño busca vincular el diseño, la innovación, la tecnología, la gestión y los clientes para proporcionar una ventaja competitivaa través de la triple cuenta de resultados: los factores económicos, sociales o culturales y ambientales. Es el arte y la ciencia de potenciar el diseño para mejorar la colaboración y la sinergia entre el “diseño” y el “negocio”.

 

Fuente: Foromarketing.com