- El cambio en las tendencias de consumo en el sector fashion-retail
- La “modernidad líquida”, la sociedad camina bajo la improvisación y las novedades.
ISEM Fashion Business School y la consultora Everis, presentaban la semana pasada el Estudio Tendencias de consumo en el sector fashion-retail. El informe revela, entre otras muchas cuestiones, la dificultad de ser competitivo en un terreno tan cambiante como lo es la moda.
Esto se debe a lo que ha pasado a denominarse, “modernidad líquida”, un término que acuñó el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, que explicaba que en el momento actual ya no existen realidades que se sustenten con la misma solidez con la que se sostenían en el pasado: una pareja para toda la vida, un único trabajo…lo que ha dado paso a una sociedad que camina bajo la improvisación y ansiosa por ser el primero en alcanzar las novedades.
Este hecho ha marcado también la forma en la que las empresas manejan su estrategia de negocio, y marca el ritmo de un fenómeno que exige la renovación constante y el pensamiento cortoplacista.
Sandra Bravo, coautora de este informe explica que existe cierto grado de incertidumbre a la hora de que las empresas de la moda se anticipen a las tendencias que vienen, porque antes eran los grandes diseñadores quienes marcaban la pauta, de arriba abajo,” y ahora la tendencia también puede surgir de la calle, de una corriente política o de un grupo social”. Esa es la moda líquida, más fluida.
En el sector de la moda se ha empezado a hablar de “neomanía”: la obsesión por lo nuevo. La sed de experiencias y de querer tenerlo todo, unido a la posibilidad de poder comprar siempre sin obstáculos, ha hecho que nuestros consumidores no tienen más preocupación que divertirse, pendiente de la fugacidad y la seducción.
Para Bravo, se padece esta “neomanía” porque el consumidor está obsesionado con permanecer conectado con lo nuevo, perdiéndose la noción de funcionalidad. Los productos no están con nosotros durante toda su vida útil, sino que se renueva hacia versiones más modernas.
Esto sucede con nuestro propio armario, y con querer que siempre esté a la última, aunque nuestras prendas no estén deterioradas. Requiere de un gran esfuerzo por parte de las empresas para mantenerse prevenidas y actualizadas.
Para subsanar estas dificultades, las compañías están demandando nuevos perfiles directivos, encargados de vigilar todo el panorama que rodea al sector, para prever lo que está por venir. No obstante, no todos los consumidores adoptan las modas al mismo tiempo, ni son de igual modo prescriptores de las tendencias. Por eso cada empresa, dependiendo de su perfil y su ADN deberá incorporar las novedades al ritmo que le sea oportuno.
En este sentido el informe apela a la necesidad de analizar las transformaciones en el mercado, también desde el punto de vista de los cambios generacionales a la hora de consumir. Por ejemplo la llamada generación Z tienen una manera de consumir no muy diferente a la de los Millenials, pero mientras que los primeros prefieren la comunicación cara a cara, comprar en la tienda física y no tienen preferencias concretas de marca, la generación Z gusta de los canales digitales, la compra por internet y son marquistas.
@HarryAntonioIsturiz y @CristianYermanos , los invitamos a leer esta noticia, la cual será de su interés !!
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.