Con el mantenimiento y la reparación, las estibas alargan su vida. Pueden ser reintroducidas al sistema entre 6 y 10 veces. Esta ‘reencarnación’ retrasa la necesidad de compra de unidades nuevas, genera porcentajes amigables con las finanzas de la empresa y, además, merma la tala de árboles.

Una motosierra zumba, sus dientes de metal muerden la corteza y un chisporroteo de virutas salta del tronco. Mezcla de ruidos. Una cascada de ramas y hojarasca resuena. Follaje en agitación. Un árbol cae. Otro después. Otro y otro. En la espesura se abre una tronera. A borde de trocha, cientos de pinos retoñan dentro de bolsas plásticas empacadas en guacales. Son fetos de árboles para reforestar. A la distancia, la colina muestra en su lomo un cascarón de tierra en grumos…

Madera. Logística. Madera. La motosierra podría zumbar menos. Y la chequera rendir más. “Una estiba NTC 4680 nueva, en Colombia, tiene un costo que oscila entre $ 45.000 y $ 50.000”, asegura Juan David Correa Londoño, del área de calidad de Ercol Ltda., compañía focalizada en la producción de estibas y, sobre todo, en su recuperación.

Aquí, la clave. Estibas retornables en vez de desechables. Así, menos troneras en la espesura y más recursos en la caja fuerte. La rehabilitación, un proceso que produce ahorros. “Las reparaciones son aleatorias pero se ajustan al rango del 10 al 35% del costo de una estiba nueva, por lo que el promedio de ahorro real oscila entre el 65 y el 90% con relación a la necesidad de compra de estibas nuevas”, afirma Correa Londoño.

Tal vez parezca un exceso de optimismo pensar en las ‘siete vidas’ de la estiba; sin embargo, en España, la ley sobre recuperación y reutilización de residuos no peligrosos invita a reconsiderar este ‘milagro’ propio de los gatunos: “Un pallet puede llegar a ser reintroducido en la industria entre 6 y 10 veces en promedio”, sostiene José Miguel Solís Trapero, secretario general de la Asociación Nacional de Recicladores de Palets (Anrepa). En su artículo ‘El reciclado de pallets: una solución integral para los residuos’, Solís expone los resultados en España y destaca, por ejemplo, el reciclado de unos 24 millones de pallets durante el 2011.

En Colombia hay empresas interesadas en darle nuevas oportunidades a la estiba, como lo expone el representante de Ercol: “El sector se encuentra en proceso de desarrollo, las compañías cada vez son más conscientes y el número de ellas interesadas en el modelo de reparación crece. Algunas se enfocan en modelos similares al nuestro, con estibas de madera y su reparación mediante el cambio de las piezas malas y el mantenimiento permanente. Otras buscan materiales semejantes a la madera para realizar procesos de molido y vaciado, pero dichas estibas no están alineadas con la norma NTC 4680, que son las más usadas en la industria colombiana”.

El mercado ofrece soluciones variadas para las estibas. Van desde la fabricación, mantenimiento y reparación, hasta la venta de estibas procesadas. “Con la estiba usada, se pone en marcha un proceso de recuperación. Esto, también, para evitar la tala de árboles. Se desbarata la estiba, se sacan las tablas que quedan buenas, se cepillan y se cortan con nuevas medidas. Así, queda como ‘estiba procesada’”, explica Janeth Loaiza, ejecutiva comercial de Estibas y Huacales Pallets S. A.

Esta firma no presta servicio de reparación, pero sí ofrece otra alternativa: “Hay empresas a las que el cliente les dice: ‘Debo reparar una estiba que tiene tantas tablas partidas’. Y estas empresas las reparan. En el caso nuestro, no. Simplemente le decimos al cliente: ‘Puede llevar las tablas que necesita’. Somos proveedores de las partes que el cliente tenga que recuperar. En sí, somos distribuidores y fabricantes. Y se puede fabricar con madera reutilizada o con madera nueva”, indica Loaiza.

LA ESTIBA COMO PACIENTE

Una tabla rota cruje al ser arrancada. Otra, recién cepillada, es puesta en su lugar. Un ruido de aire comprimido, como un escupitajo, irrumpe. La pistola de clavos dispara y fija las tablas nuevas en cada extremo. Un zumbido eléctrico completa esta orquestación. La sierra circular recorta las puntas sobrantes mientras una ráfaga de aserrín cae desde la mesa y tapiza el suelo. ¡Milagro, la estiba vuelve a tener vida!

“Las estibas siempre tienen más oportunidades de prolongar su vida útil. Al repararlas con madera nueva, de bosques reforestados y maderas renovables, se disminuye la necesidad de compra, se alarga su vida útil, se aumenta su resistencia. Nuestra labor consiste en prolongar la duración de las estibas por medio de la selección de las piezas de madera que se encuentren en mal estado y el cambio por piezas nuevas en perfecto estado”, señala Correa Londoño.

Tanto los procesos de mantenimiento como de reparación alargan el ciclo vital de la estiba. Su longevidad está limitada por las circunstancias. “Depende del uso: si la mantienen en parte exterior o interior; si es interior, más o menos unos diez años, y si es exterior, de tres a cinco años”, calcula Janeth Loaiza. El presupuesto de Juan David Correa es más austero: “En condiciones normales deben durar 18 meses. Sin embargo, dependiendo del uso y del cuidado que se les tenga (si son operaciones estáticas, la durabilidad es mayor con relación a operaciones donde la estiba pasa por diferentes áreas y procesos), podrían durar una hora o tres años. Como es madera nueva, se puede reintroducir en muchas ocasiones”.

Las estibas procesadas alcanzan tal perfección que incluso cuentan con visa para el mercado internacional, según la experta de Estibas y Huacales Pallets S. A. “Sí, porque es una estiba que normalmente cumple los estándares de calidad. La reutilizable es como si fuera una madera nueva; sin embargo, no es nueva. El cliente sabe que es una estiba procesada, pero tiene el tratamiento térmico, se le queman en el horno los bichos que trae la madera y se le pone el sello de exportación”.

Parte de este tratamiento, indispensable para darle vida larga e internacional, es el acabado térmico. “El proceso está sujeto a la NIMF 15 (normativa internacional de fitosanitariedad exigida por el ICA) para que la estiba pueda ser exportada. Consiste en someterlas a altas temperaturas para eliminar cualquier tipo de insecto que pueda afectar su calidad y generar riesgos ambientales con especies no propias de las regiones destino. Respecto a la inmunización, es un procedimiento que se lleva a cabo por solicitud del cliente, con el fin de eliminar todos los insectos devoradores de la madera y evitar la aparición de hongos en la estiba que puedan afectar su durabilidad o los productos e insumos contenidos”, explica Correa Londoño, del área de calidad de Ercol.

No solo el zumbido de la motosierra: los bichos atentan también contra la madera. La ‘medicina’ tiene que ver con el calor: “Toda la madera trae la plaguita, el comején… Sea cualquier madera, incluida la más fina, está expuesta al comején, aunque existen unas maderas a las que no daña, como el zapán. A esta no le hace ranuras como a la madera común. Lo que hacen en el horno es quemarle ese bichito para que no haga orificios, y a la vez, secarla. Cuando cortan la madera, sale muy mojada. Las estibas que fueron usadas y dejadas a la intemperie vienen húmedas, por lo cual hay que realizarles el tratamiento térmico”, comenta Janeth Loaiza, a propósito de los procedimientos realizados en Estibas y Huacales Pallets S. A.

LOGÍSTICA DE UNA REPARACIÓN

Reparar, por supuesto. Pero esta acción demanda otras para que la logística fluya. “La importancia del pallet reside en ser el principal medio empleado en el sector de la logística para transportar la mayoría de mercancías por el mundo”, sostiene José Miguel Solís, quien también es ingeniero superior de montes de la Universidad Politécnica de Madrid. En consecuencia, cuando una compañía ofrece su servicio de reparación, debe comprender la dinámica de la estiba dentro del universo logístico para no interferir con su fluidez.

“Nuestros clientes compran o rentan las estibas. Tras un uso normal y propio de cada contexto, estas se deterioran y presentan daños. Nuestros clientes separan las estibas que necesitan reparación o mantenimiento, y nos informan para su recogida. Si las estibas están en alquiler, la empresa entrega simultáneamente igual número en perfecto estado, en caso de que así lo requiera el cliente, para que continúe su operación con normalidad. Las unidades recogidas se llevan a las plantas de producción y allí son reparadas. Se evalúan los daños, se distribuyen de acuerdo con los procedimientos internos y se inicia su restauración”, manifiesta Correa.

LA EUTANASIA NO ES OPCIÓN

La reutilización es una vía. Rehabilitar estibas mediante procedimientos de reparación es un arte incluso de carácter holístico, integral, inspirado en la conservación de la naturaleza y, por supuesto, en los efectos amigables con las finanzas de la industria. En consecuencia, aplicar la eutanasia a la estiba es una opción lejana.

Eso cree también Ercol: “La reparación de estibas genera un enorme ahorro financiero a las empresas que usan el modelo de estibas retornables. El beneficio ambiental es amplio. Se disminuye la tala de árboles y el uso innecesario de maderas. Si bien son altamente renovables, evitar su uso indiscriminado deja una gran huella positiva en un mundo que cada vez se calienta más y en una sociedad que exige mayor control y respeto por los temas ambientales”.

Lo ambiental. Lo económico. Ambos factores pueden reconciliarse gracias a la optimización de los procesos de mantenimiento, recuperación y reparación de estibas. “Lo que las empresas buscan es economía. Y hoy, la mayoría hace eso: recuperarlas, reciclarlas y reusarlas. Optimizar la estiba que fue usada y que aún tiene larga vida, que no está deteriorada, es la mejor opción”, puntualiza Janeth Loaiza.

EVOLUCIÓN Y REENCARNACIÓN

Estibas de madera, útiles hasta la ceniza. “Si están partidas del todo, no se puede hacer nada. Las pasamos a un tejar, donde las usan como leña”, ilustra la vocera de Estibas y Huacales Pallets S. A. Madera, material de combustión, descubrimiento del hombre primitivo… Sin embargo, antes de alimentar el fuego, habría una nueva vida, según promete el equipo de investigación de Ercol.

“Cuando la madera termina su vida útil se la conoce como ‘leña’. Ese producto final tiene diferentes utilidades: procesos de combustión y conversión a carbón vegetal. No obstante, uno de los proyectos de investigación de nuestra empresa es darle mayor valor agregado al subproducto llamado ‘leña’ y poder desarrollar otro tipo de estibas o productos derivados de este residuo. Es un proyecto fundamental para el futuro de nuestra compañía”, revela Correa Londoño.

Estibas, una eterna reencarnación. “Las estibas de madera tienen bastantes ventajas. Justamente, con su reparación se evita mucha tala de árboles y se protege el medioambiente. También son más económicas. Su desventaja –con respecto a otros materiales− es la durabilidad. Se conservan mejor las de plástico o aluminio”, argumenta Loaiza.

Modelos. Materiales… Usos. Las estibas siguen colonizando un mundo cada vez más robótico, automatizado. Parecen dinosaurios sin fecha de extinción. “Existe gran variedad de ellas, de materiales tan diversos como aluminio y cartón. Las más usadas son las de madera y plástico. Estas últimas, conocidas como monolíticas, son reciclables pero no reparables, debido a que constituyen un bloque. La plástica ensamblada sí es reparable, y es la que nuestra compañía fabrica. Las ventajas de la estiba de madera radican en su menor precio −50% menos costosa frente a la plástica− y es mucho más resistente en cuanto a peso o capacidad de carga; el proceso de reparación es más económico”, destaca la voz de Ercol.

Y concluye: “En el fondo del asunto, la estiba de madera resulta más amigable con el ambiente, siempre y cuando las empresas utilicen maderas renovables, como indica la normativa vigente. Los procesos de reparación de estibas en otros materiales, como el plástico, son más complejos”.


 

¡QUÉ NEGOCIO!

Se puede promediar y cuantificar mediante una tabla comparativa las compras de estibas realizadas en años anteriores a la implementación de la metodología de reparación, y comprobar la disminución de las compras. Nuestra compañía ha calculado ahorros hasta del 80% cuando se opera con la metodología de reparación. Además del ahorro directo, se cuida la parte financiera de la empresa por la baja en el rubro de impuestos −la reparación se considera un servicio, disminuyendo el impacto tributario− y se atenúa la necesidad de inversión en activos de rápida depreciación −estibas propias−.

Juan David Correa Londoño – Departamento de Calidad de Ercol Ltda.


 

ETERNA JUVENTUD

A pesar de que son variadas las medidas para el cuidado de las estibas, las siguientes cuatro recomendaciones pueden servir como elíxir o base de buenas prácticas:

Almacenamiento: las estibas deben ser almacenadas en lugares cubiertos, preferiblemente alejados de los rayos del sol y la lluvia.

Ubicación: deben situarse en una superficie plana y seca, para prevenir los hongos en la madera.

Manipulación: la estiba se debe mover siempre con las dos uñas del montacargas, agarrándola toda. Nunca hay que moverla con una sola uña o con la mitad de las dos uñas, ya que puede romperse. La carga tiene que distribuirse de manera uniforme a lo largo y ancho de la estiba, y no dejarla caer bruscamente.

Orden: las estibas cargadas o descargadas deben colocarse siempre de forma organizada y sobre una superficie plana para evitar que se caigan y causen accidentes.