La automatización de los car-carriers podría dar su fruto en un plazo de cinco años, demostrando así que el sector del transporte marítimo va por detrás del de carretera en cuanto a la conducción autónoma. Entre los beneficios que aporta la automatización, se destaca un ahorro económico, reducción de los costes operativos, así como la posibilidad de enviar carga sin tripulación a bordo.
Sin embargo, el mayor inconveniente que surge de esta solución es la falta de seguridad. Por su parte, el sector del transporte baraja la posibilidad de estar operando algunos car-carriers autónomos en rutas de corta distancia en menos de cinco años, mientras que la adaptación de los sistemas técnicos para asegurar su viabilidad en las conexiones interoceánicas podría extenderse unos 20 años.
En cuanto al sector marítimo, el hecho de no llevar tripulación a bordo supone la eliminación total del riesgo para la vida y aumenta la fiabilidad y predictibilidad de los servicios, ya que no se puede llegar a producir ningún error humano, más bien permite tomar decisiones de una forma más rápida.
Otro obstáculo sería que los vehículos que se transportan son más sensibles ante los posibles movimientos del buque que se producen en condiciones climáticas adversas, además de que la maquinaria del buque necesita un mantenimiento y la carga debe ser inspeccionada para comprobar que esté correctamente sujeta.
El mercado marítimo goza de una gran variedad de servicios, por ejemplo Hapag-Lloyd ha presentado su nuevo programa de monitoreo de contenedores en tiempo real “Hapag-Lloyd LIVE”, que posee características como geolocalización a través de GPS en tiempo real.
Fuente: NoticiasLogisticayTransporte.com
@LuisAlbertoTibaduiza y @PedroAlcega , los invitamos a leer esta noticia, la cual será de su interés !!
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