La valoración de riesgos de inversión relacionados con criterios ESG (Environmental, Social And Governance) no debe confundirse con la inversión socialmente responsable. Aunque tanto la integración de ISR como de criterios ESG buscan hacer frente a una variedad de preocupaciones ESG como Derechos Humanos, cambio climático o ética empresarial, se diferencian en la forma en que se aplican dentro de una cartera. Por lo general, los criterios ISR son principalmente temas o requisitos de clientes que se superponen en una cartera. Los gestores pretenden evitar “malas” compañías para crear una “buena” cartera percibida desde un punto de vista moral.

Los inversores pueden querer evitar la inclusión de determinadas actividades o productos en su cartera, como tabaco o fabricantes de armas. Los controles SRI pueden ayudar a eliminar este tipo de inversiones. Los criterios ISR pueden funcionar también como sistema de clasificación entre sectores o clases de activos, dando preferencia a aquellos activos con una menor huella de emisiones de carbono, por ejemplo. Los fondos que emplean técnicas SRI establecen criterios que los gestores deben aplicar dentro de sus acuerdos de gestión de inversiones.

Aunque estas técnicas pueden ayudar a los inversores a avanzar hacia una inversión más responsable, normalmente no son tan inclusivas como una integración total de criterios ESG dentro de una estrategia de inversión. La elección de temas morales con una amplia base a la que adherirse o establecer categorías de inversión que uno debe evitar suele fallar a la hora de afrontar todas las preguntas que un gestor debe plantear cuando pretende incluir cuestiones ESG de una manera integral en su respectivo proceso y filosofía de inversión. Un enfoque integrado de criterios ESG debería examinar los riesgos materiales y oportunidades de una compañía con el respeto a las preocupaciones ESG, y estas conclusiones deberían evaluarse junto a los riesgos financieros con el fin de desarrollar una idea mejor del valor de una oportunidad de inversión.

Según subrayan desde Aberdeen Standard Investments «es momento de dejar al margen las ilusiones y supersticiones para, en cambio, centrarse en las verdaderas maneras en las que la inversión ESG puede ayudar a los inversores, gestores de activos y compañías particulares a alinearse con sus intereses de crear mejores carteras y, en última instancia, un mundo mejor. A medida que nos familiarizamos con los elementos ESG, aprendemos qué diferencia los criterios ESG de otras formas de gestión, las tendencias que guían la adopción de principios ESG en estrategias de inversión y qué deberían buscar los inversores en una gestora centrada en principios ESG».

Esto sí es ESG

A modo de recuerdo, la inversión ESG se centra en mitigar tres clases de riesgos materiales:

• Medioambientales. Los factores medioambientales están relacionados con la forma en que una compañía se ve a sí misma con respecto a la conservación medioambiental y sostenibilidad. Los diferentes tipos de riesgos y oportunidades medioambientales incluyen el consumo energético de la firma, la eliminación de residuos, el desarrollo de la tierra y la huella en emisiones de carbono, entre otras cuestiones.
• Social. Los factores sociales tienen que ver con la relación de una compañía con sus empleados y proveedores. Los riesgos y oportunidades pueden incluir, aunque sin limitarse a ello, las iniciativas de una compañía en relación a la salud de los empleados y su bienestar y cómo se alinean con los valores corporativos las relaciones con los proveedores.
• Gobierno corporativo. Los factores de gobierno corporativo pueden incluir la estructura de toma de decisiones corporativa, la independencia de los miembros del consejo, el tratamiento a los accionistas minoritarios, la compensación de los ejecutivos y las contribuciones políticas, entre otras cosas.

Fuente: Diarioresponsable.com

@KarinJanickePerdomo y @LuzKarimeTrujillo , las invitamos a leer esta noticia, la cual será de su interés !!