Tampoco ha sido una sorpresa mayúscula que con la digitalización general del mundo entrara en escena una divisa virtual predominante, con la que de momento no se puede negociar en papel o metal. La pregunta es, viendo que se consolida, ¿es sensato invertir en ella? Teniendo en cuenta que no existe ningún estamento o institución con potestad para regularla, que las cotizaciones son irreversibles y que no pueden embargarse sus cuentas, entre otras peculiaridades, muchos ven un panorama propicio para una nueva actitud bursátil, no exenta del riesgo intrínseco que acompaña a las novedades de este tipo de activos, cuya evolución puede considerarse imprevisible en este punto.
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