Hace unos años comentó la consultora mexicana Andrea Pallares sobre errores que se cometen con frecuencia en el trabajo de mercadeo de las organizaciones, sobre todo los de las Pyme, y que se siguen cometiendo como para aplicar lo contrario de que de los errores se aprende. Parece que no es así cuando se trata de marketing, siendo la causa principal para que se sigan repitiendo con tanta frecuencia e insistencia, la falta de sentido común y la ignorancia de lo obvio, principalmente.
Sin orden de importancia, mencionamos algunos, dejando claro que desafortunadamente son más.
Prometer demasiado y, hasta falseando la realidad, es un gran error que se paga caro, agregando a ello que no es solo en la comunicación publicitaria sino también, en el contacto persona a persona. Esas promesas exageradas que se hacen con el fin de lograr una acción del mercado no deben ir más allá de la realidad y las verdaderas capacidades, pues en mercados de alta competencia como el actual, con la intercomunicación existente entre todos, esa falsedad que genera expectativas es un error de graves consecuencias.
El incumplimiento de garantías, ligado al anterior, es tristemente apreciado con mayor frecuencia en todos los campos; y a ello hay que agregar que son muchas las ocasiones durante las cuales, cuando se trata de hacer uso de las garantías, las trabas y los procesos complicados, como para jugar a la ley del aguante, son antimercadeo en la práctica.
Preguntar para no actuar es otro error bastante común; interrogantes sobre satisfacción y sugerencias, solicitud de retroalimentación (llamado por no pocos feedback), encuestas telefónicas y por redes sociales y hasta eventos, dizque para recopilar información de los clientes y prospectos, para seguir haciendo lo mismo, no solo carece de sentido, sino que es tenido como engaño por muchos. Cuando se pregunta algo se debe tener claridad sobre los motivos para ello y comunicar las conclusiones agradeciendo la participación en la actividad que se realiza.
Variar los precios con frecuencia para promocionar algo. Recordamos la frase de Trout “el que vive por los números muere por los números”; cuando se tiene un precio mayor que la competencia se debe a una o varias razones, y el mercado debe conocerla(s) para no generar malestar ni comentarios negativos. Además, si se compite con precios, la guerra de estos no se demora en mercados de alta oferta, lo que en el largo plazo es más perjudicial que otra cosa, para todos.
Realizar promociones y obsequiar regalos sin valor para el mercado. Desafortunadamente es de alta ocurrencia pues no pocos piensan que a todos gusta que rebajen precios y les regalen cualquier cosa. Muchas veces al rebajar un precio no se piensa en lo que pasará en las mentes de las personas, sobre todo en quienes han actuado (comprado) a precios más altos. Los estudios sobre las consecuencias de esta acción indican claramente que hay que pensar en lo que puede suceder cuando se anuncia una actividad promocional o rebaja.
Y un error bastante grave es no capacitar adecuadamente el personal de la organización, no solamente en lo concerniente a las actividades de mercadeo y comerciales sino, también, en lo que se refiere al conocimiento de la organización, pues la comunicación se da en todos los niveles.
Como indicamos, hay más, pero estos había que comentarlos.
Fuente: LaRepublica.co
@LilianaPerez y @MarceloAst , los invitamos a leer esta noticia, la cual será de su interés !!
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