La hegemonía de China empieza a tomar un calado mundial, y buena prueba de ello es la consideración de su moneda como divisa de comercio por encima del Yen y el Euro. Esta escalada de puestos debe llevar a las empresas iberoamericanas, y en general a cualquier multinacional, a proveerse de reservas de Yuanes, que aunque se encuentra aún lejos de las cifras de cotización del dólar, empieza a ser menos hermética para los inversores extranjeros y se encuentra en la línea del crecimiento internacional. Las agresivas reformas de la mayor economía asiática parecen enfocarse unidireccionalmente hacia ese objetivo.
Fuente: http://on.wsj.com/ICsrjg