Un reciente estudio de la Universidad de Harvard sostiene que el billete de 100 dólares, el más famoso y deseado en la cultura popular, podría llegar a ser eliminado a fin de combatir el crimen y la corrupción.
El documento, «Haciéndolo más difícil para los malos: El caso para eliminar los billetes de alta denominación», fue dirigido por el académico de Harvard Peter Sands y propone dejar de suministrar el de 100 dólares y el de 500 euros y retirarlos de la circulación.
«Al eliminar los grandes billetes complicaríamos la vida a los evasores de impuestos, al crimen financiero, la financiación terrorista y la corrupción», señala el estudio.
El informe indica que los grandes billetes, de mucho valor y poco pesados, son el método de pago favorito para aquellos que realizan «actividades ilícitas» debido al «anonimato», la «falta de registros en las transacciones» y la «facilidad con la que se pueden transportar».
Esta teoría no solo la defiende Sands, dado que la suspensión de estas cantidades ya se ha puesto sobre la mesa en otras ocasiones, como cuando el exalcalde de Nueva York Edward Koch pidió, sin éxito, eliminar el billete de 100 dólares para dar un golpe al narcotráfico, recuerda el periódico The Wall Street Journal.
De hecho, gran parte de los principales cajeros de grandes ciudades como Nueva York no permiten sacar billetes de 100 dólares, y las cantidades abonadas a los clientes suelen ser en múltiples de 20.
Es por esto que la gente de a pie en la ciudad no está familiarizada con los billetes que el público puede ver con frecuencia en los maletines que aparecen en las películas de Hollywood.
Además, los estadounidenses cada día usan menos billetes en su consumo diario, mientras se extienden los distintos sistemas de pagos electrónicos o con tarjetas.
Andrea, cajera puertorriqueña en una tienda de electrónica cerca de Central Park, contó a Efe que poca gente le paga con billetes de 100 dólares: «Ahora no recuerdo la última vez que vi uno y tengo buena memoria. Cuando el precio es mayor, pagan con tarjeta o varios billetes de 20», indicó.
Por otro lado, Justin, empresario residente en Manhattan que trabaja en la zona financiera de Nueva York, contó a Efe que en su día a día suele realizar «grandes ventas», aunque admitió que estos pagos «siempre son en tarjeta» y que «pocas veces» ha tenido en su cartera los citados billetes.
El documento presentado por Peter Sands recibió también el beneplácito del exsecretario del Tesoro estadounidense Lawrence H. Summers, que apoyó el texto académico en un editorial abierto en The Washington Post.
«Sands tiene razón cuando indica que las actividades ilícitas son más fáciles de llevar a cabo cuando un millón de dólares pesa 1 kilo y no más de 22 kilos, como sería el caso si el billete fuera de 20 dólares», explicó Summers.
En Europa, el debate también está abierto con un boleto de denominación cinco veces más alta que el de 100 dólares: el de 500 euros, apodado popularmente como el «Bin Laden» y que ocupa la escala de valor más alta entre los billetes de euros por encima del de 200 o el de 100.
En este sentido, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, apuntó en febrero pasado que ese organismo está «explorando deshacerse del billete de 500 euros», que «se ve cada vez más como un instrumento para actividades ilegales».
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