A través de más de 40 proyectos productivos, la cadena de restaurantes se ha convertido de una de las empresas socialmente más responsables del país.
Pero no basta con que la empresa sea responsable, sino fomentar que los consumidores exijan productos y servicios responsables que garanticen un cambio social.
Desde hace unos años, diversas razones han ocasionado que las empresas cambien sus políticas de desempeño, donde el ser socialmente responsable se ha convertido en un básico. Pero esto, de manera inequívoca nos plantea dos cuestionamientos: ¿qué hace tan importante ser socialmente responsable? y, ¿el consumidor debe serlo también?
Podemos definir la Responsabilidad Social como “el conjunto de obligaciones legales (nacionales e internacionales) y éticas de la empresa que surgen de la relación con sus grupos de interés y del desarrollo de su actividad de la que se derivan impactos en el ámbito medioambiental, social, laboral y de derechos humanos en un contexto global”, según lo dicho por el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa.
Es decir que, la Responsabilidad Social Empresarial es la forma en la que la empresa, de manera voluntaria, involucra preocupaciones sociales y medioambientales en su desempeño y la relacióncon sus consumidores, proveedores y colaboradores.
Restaurantes Toks con su dirección de Responsabilidad Social, ha logrado que comunidades y grupos vulnerables o con escasos recursos, se desarrollen del mejor modo, sostenidas por un modelo de negocio que les permita crear su forma de subsistir y generando empleos para otros miembros de sus lugares de residencia. Además, provee capacitación y asesorías con el fin de que los involucrados encuentren otros canales para ser autosustentables y evitar desfalcos, despilfarros y errores comunes en los negocios.
Así, comercios como la mermelada de Conservas Santa Rosa, Miel de la Montaña Amuzga y el chocolate y mole negro oaxaqueño de Mena, y la granola y mole de las comunidades mazahuas de Productos Nutricionales de la Rosa, son ejemplos de productos apoyados por Proyectos Productivos del área de RSE de Toks, que han logrado mantener su negocio bien organizado, exitoso y autosustentable, con certificaciones que avalan su calidad y que les permiten buscar otros clientes, con los que fortalecer sus relaciones comerciales.
Pero no sólo las empresas deben fomentar este tipo de acciones, también el cliente puede influir y contribuir para generar un consumo consciente y responsable, orientado a fomentar actividades satisfactorias para la sociedad.
“Un consumidor responsable es aquel que investiga qué hay detrás del producto que está adquiriendo, conociendo las prácticas para su producción y quienes están involucrados; es también el que exige que los precios sean justos, sin regateos, pues el costo es competitivo y relacionado con calidad y que ayuda a los productores a una vida más digna”, comenta Gustavo PérezBerlanga, Director de Responsabilidad Social de Toks.
Por ello, la responsabilidad social empata con el comercio justo o responsable, que busca cambiar los actuales modelos de relaciones económicas, con el fin de fortalecer a pequeños productores con el consumo de lo que ofrecen, a través de precios competitivos y mejores condiciones comerciales, para incidir en su desarrollo.
Como consumidores responsables podemos elegir productos que, además de calidad y precio, ofrezcan y proporcionen un cambio en la calidad de vida de los productores, con el que se mueva el sistema de consumo para la justicia social y el equilibrio ambiental.
Por último, Restaurantes Toks nos da algunas ideas para hacer el consumo responsable, una forma de vida:
- Consume de forma responsable: antes de comprar, piensa si lo necesitas realmente.
- Las cuatro ‘R’: hay que reducir, reutilizar, reparar y reciclar los productos.
- Ahorra papel: haz una lista con productos de papel desechable que utilizas habitualmente y piensa si puedes reducir su consumo.
- Busca opciones para reutilizar el agua, con el fin de evitar su desperdicio.
- Compra electrodomésticos eficientes y usa focos de bajo consumo.
- Si puedes ahorrar un viaje en coche, hazlo. Usa el transporte público o la bicicleta.
- Lee las etiquetas y consume productos saludables, autóctonos y de temporada. Acércate a los productos ecológicos y de comercio justo.
- Rechaza aquellos productos que no te facilitan la información que necesites para elegir de forma responsable.
- Es necesario inculcar a las generaciones futuras la necesidad de preservar el entorno natural.
- Cambia el modelo de consumo: menos es más.
Ser un consumidor o un negocio responsable realmente no es complicado, sólo implica hacer uncambio del estilo de vida, que nos permitirá involucrarnos con nuestra comunidad, país y planeta, y siguiendo estas recomendaciones es un hecho, que paulatinamente, lograremos.
Fuente: Seresponsable.com
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