Cartagena podría ser el nuevo hub del comercio mundial marítimo. Son necesarias un par de reformas, como la adecuación de la bahía y el puerto, pero es una opción que parece viable en el nuevo panorama del comercio interoceánico.

Como todos los mercados, el comercio marítimo está en busqueda de métodos y medios que le permitan ser cada vez más ágil y eficiente. De ahí que el comercio haya puesto sus ojos en el Océano Pacífico, por su extensión y la magnitud de las economías existentes en las poblaciones a su alrededor. Esto implica, por supuesto, la utilización de buques cada vez más grandes, ya que  recorrer este océano en pequeñas embarcaciones tiene un alto costo y resulta inconveniente para el comercio marítimo masivo.

La bahía de Cartagena fue renovada recientemente y su capacidad de recepción ampliada, gracias a canales más hondos (20.5 mt). Ya que Cartagena se encuentra en la costa Atlántica del país podría ser un gran lugar para el transito de mercancías entre los dos océanos. Además, podría facilitar la entrada de pequeños y medianos comerciantes en este mercado (importadores y exportadores) al facilitar su asociación para llenar estos mega buques. No obstante, recibir estos nuevos buques gigantes implicará una modernización de las grúas y los equipos de cargue y descargue. Todo esto con miras a que la ciudad amurallada se convierta en uno de los puertos más influyentes del mundo.

Hay, sin duda, muchos riesgos y gastos en esta empresa. Sin embargo, los beneficios por los que podría competir el país son también muchos y muy altos. Por lo pronto, tanto el Gobierno como los operadores del puerto están analizando la situación y la forma en que la bahía de Cartagena podría convertirse en uno de los mayores puertos del mundo minimizando los efectos adversos.

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