La ciencia y la estrategia pueden ser increíblemente beneficioso para las personas y las sociedades. Sin embargo, también pueden serla causa de muchas tristeza y sufrimiento. Este año se conmemoran 40 años del fin de la guerra de Vietnam. Esta sangrienta guerra, que tuvo lugar entre 1955 y 1975, inauguró el uso del napalm, el agente naranja y otros productos químicos con fines bélicos.
La presencia de guerrillas comunistas en el sur de Vietnam aterrorizó al gobierno estadounidense, que quería evitar la repetición del suceso de a guerra de Corea y el esparcimiento de esta ideología hacía China y el sureste asiático. Vietnam, que recién se había independizado de Francia, se dividió en dos facciones. La guerrillas comunistas, del norte de Vietnam, intentaron múltiples veces derrocar al gobierno del sur y una guerra ente los dos países se instauró en Saigon.
Con ánimos de exterminar lo que en la época se llamaba «la enfermedad del comunismo», y evitar una reunificación bajo esta corriente ideológica, Estados Unidos decidió invadir el país el 1 de Noviembre de 1955. No obstante, un terreno difícil (la jungla) y el apoyo de los aldeanos (bien por afinidad con las ideas comunistas o por el terror que producían estas organizaciones) fueron los puntos débiles del gobierno estadounidense. Además, la brutalidad de los ataques a la población vietnamita y el número de bajas provocaron una serie de manifestaciones populares al interior y exterior de los Estados Unidos en contra de la actuación del gobierno americano en el país asiático.
El 30 de abril de 1975, con un enorme número de bajas y sin espíritu de batalla, se retiraron los soldados norteamericanos. La primera y última derrota del ejercito estadounidense, que se constituyo en una suerte de pesadilla en la conciencia de la nación americana, había sucedido.
Son innumerables las consecuencias de esta terrible guerra. La pérdida del orgullo estadounidense, miles de amputados y discapacitados por la guerra, problemas psicológicos en los soldados, el daño de la jungla vietnamita por el agente naranja, malformaciones y abortos prematuros (incluso hoy) en la población vietnamita por su exposición a los agentes químicos usados por los estadounidenses y una enorme cantidad de minas que incluso hoy aquejan a los campesinos asiáticos son sólo algunos de los efectos de este histórico evento.
Es interesante pensar en el número de guerras que los humanos han provocado a lo largo de la historia. No obstante, es el lado más cruel de la guerra no es su desarrollo, sino los civiles que resultan afectados o muertos y las graves consecuencias sociales y ambientales. Es momento de detenernos y fomentar una cultura de tolerancia y respeto, que permita una vida en paz.
Si te interesa este tema puedes consultar también el artículo de El Huffington Post en que «la niña del napalm», como es llamada la histórica foto que retrata los horrores de la guerra de Vietnam, relata los momentos de angustia de la población ante los ataques con napalm.
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